Los internados del Reino Unido acogen a niños de distintas religiones y nacionalidades, lo que crea un ambiente cultural único. De hecho, es esta variedad la que hace que la experiencia sea única en el Reino Unido, donde los niños harán amigos tanto con alumnos nacionales como internacionales. Aprenderán a relacionarse en inglés con otros alumnos, al tiempo que aprenden nuevas habilidades gracias al variado y dinámico plan de estudios que estos colegios ofrecen.
Desde la temprana edad de 10 años (Year 7), los niños aprenderán a desarrollar habilidades de independencia en un entorno de apoyo. Los niños que estudian lejos de su casa, no pueden depender de los demás todo el tiempo; tienen que empezar a asumir las tareas y actividades diarias por sí mismo, por ejemplo, levantarse a tiempo por la mañana y ser puntual en las clases. Aunque el internado da a los niños la oportunidad de sentirse independientes no estarán completamente solos. Pueden desarrollar su independencia con la ayuda de una red de apoyo formada por compañeros, tutores, su Housemistress o Housemaster (personal de la residencia) así como del resto del personal del colegio.